lunes, 28 de noviembre de 2016

Islandia - julio 2016 (Ferran López)


Islandia es un país de contrastes que nunca deja indiferente a los observadores de aves. Sus impresionantes paisajes, repletos de cortados que mueren en el mar, sus enormes cascadas, las zonas volcánicas o sus sorprendentes géiseres, interaccionan con la multitud de aves que allí se reproducen. No sólo destacan esas especies que podríamos considerar como "targets" del viaje, sírvase de ejemplo el Pato Arlequín (Histrionicus histrionicus) o el Porrón Islándico (Bucephala islandica), sino que también muchas otras especies que, a ojos del ornitólogo extranjero, ofrece la oportunidad de observar comportamientos poco habituales o escuchar reclamos y cantos absolutamente nuevos. Para el birder español, no es común escuchar el canto de la Agachadiza Común (Gallinago gallinago), el Zorzal Alirrojo (Turdus iliacus) o la Bisbita Común (Anthus pratensis) y sin embargo, quién tenga la oportunidad de visitar Islandia, comprobará lo fácil y a su vez lo sorprendente, que resulta ver este tipo de conducta durante la noche.  



Pato Arlequín, uno de los targets del viaje, normalmente en desembocaduras con corrientes de agua

Pareja de Porrón Islándico en el lago Mývatn, otra de las especialidades del país a tener en cuenta


Se hace absolutamente indispensable un buen material óptico para poder aprovechar todos esos contrastes y no perderse ningún detalle. Los colores de los impresionantes cortados, junto el verde de los prados y el azul del mar o ver pasar uno de los miles de Fulmares (Fulmarus glacialis) que allí nidifican, no puede permitirse el lujo de una observación mediocre.

Fulmar Común, quizás una de las aves más abundantes de Islandia


Ad. de Charrán Ártico Sterna paradisaea
Pollo de Charrán Ártico











Gavión Hiperbóreo Larus hyperboreus
Falaropo Picofino Phalaropus lobatus












Ostrero Común Haematopus ostralegus
Escribano Nival Plectrophenax nivalis











La observación de ballenas es otra de las actividades que uno no puede perderse. Hay varias opciones para ello pero quizás, la más recomendable, es embarcarse desde el pequeño puerto de Húsavík, al Norte del país. Al menos siete ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) fueron observadas a muy corta distancia, con todo detalle, y con un mar absolutamente tranquilo.






























Uno de los puntos también a visitar es Jökulsárlón, desde donde podremos divisar una de las lenguas de glaciar más espectaculares de la isla. Ver desprenderse enormes trozos de hielo mientras los Págalos Parásitos (Stercorarius parasiticus) y los Págalos Grandes (Stercorarius skua) compiten para arrebatar la comida a los innumerables Charranes Árticos que van llegando desde el mar, es uno de los mayores espectáculos que tampoco pueden perderse.


Charranes Árticos Sterna paradisaea
Trozos del glaciar











Panorámica del glaciar
Págalo Parásito Stercorarius parasiticus











Gaviota Argéntea Larus argentatus
Gaviota Tridáctila Rissa tridactyla












Eider Común Somateria mollissima











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